miércoles, 7 de octubre de 2015

¿HACIA DONDE VAS, IZQUIERDA?

Mareas Ciudadanas, Unidad Popular…la izquierda más alejada del centro se está reinventando este último año dado a las elecciones municipales y autonómicas que se han celebrado, y ya se están preparando para las recién convocadas elecciones generales del 20 de diciembre. En éstas dos últimas convocatorias celebradas éste año, se han usado  plataformas de confluencia que han aunado la sopa de siglas de PODEMOS, Izquierda Unida y otros partidos de izquierda junto a entidades sociales en defensa de los derechos de la ciudadanía.

Lo curioso del caso es que en las municipales, cada corporación local ha escogido confluir o no. Vemos el caso de Guanyem Barcelona en Comú, en los que confluyen partidos como PODEMOS, Iniciativa per Catalunya Els Verds y la PAH. Sin embargo, en Guanyem Badalona en Comú han ido juntos PODEMOS (mejor dicho, una parte de PODEM Badalona) y la CUP con el apoyo de entidades sociales como la PAH, pero ICV ha ido por su lado, aunque  han dado apoyo a la investidura y al gobierno de Guanyem Badalona. Sin embargo, en las autonómicas, cada partido ha ido con sus siglas excepto en las catalanas. PODEMOS e ICV se unieron en la plataforma Catalunya Si Que Es Pot.

En el conjunto del territorio nacional, PODEMOS ha obtenido mejores resultados que IU, cuya representación parlamentaria ha caído en picado. Sin embargo, en la confluencia catalana de las dos fuerzas, han perdido en fuerza. Tres diputados menos que en las elecciones de 2012 donde ICV se presentaba sola. Ante éste panorama surge la duda ante las generales: ¿presentarse con una plataforma de Unidad Popular o cada uno por sus siglas? PODEMOS no está por la labor pero Alberto Garzón insiste en ir juntos.

Si echamos la vista atrás, vemos que desde la década de los 80, las tesis neoliberales han calado más en la sociedad destruyendo los ideales de izquierda en las clases más populares. Los gobiernos de Thatcher y Reagan universalizaron un discurso populista que llegó a las clases medias. Además, si se suma la caída de la URSS, el capitalismo no tenía nada que temer. No había alternativa. Así, los partidos socialdemócratas adoptaron discursos similares en el tema económico, convirtiéndose más en partidos de centro que de izquierda. Ejemplos tangibles son el Partido Laborista Británico o el PSOE. Así que los partidos que siguieron manteniendo sus programas con ideales puramente de izquierda obtuvieron representaciones más menguantes.

La unión de siglas no es nueva para los partidos de izquierda. Izquierda Unida lo es, y en otros países como Grecia está Syriza. El reto que se plantea aquí es la lucha de fuerzas dentro de la izquierda. PODEMOS, aún no considerarse de izquierdas pero si socialdemócrata, ha hecho reavivar la ilusión y esperanza de la gente del ala izquierda, desencantada de los partidos socialistas y atrayendo a la gente de IU mostrándose como una nueva cara de éste lado de la política. Sin embargo, a IU le lastra aún la representación de líderes con muchas canas y con un discurso arraigado a décadas anteriores y llenos de lemas. Con Alberto Garzón se ha abierto un nuevo horizonte de remodelación pero, desgraciadamente, se les han ido escapando jóvenes valores hacia las filas moradas. El partido de Iglesias quiere alzarse con la bandera de la nueva política, progresista y en defensa de los derechos y necesidades de las ciudadanas y los ciudadanos y atraer a los jóvenes valores de IU como al mismo Alberto Garzón. Quiere asaltar el cielo sólo, mientras que la formación del malagueño prefiere trabajar con otros grupos de izquierda y entidades sociales para llevar una gran coalición con esperanzas a obtener un gran resultado como el obtenido en ayuntamientos gallegos con las Mareas Gallegas o en otras plazas como Cádiz, Madrid y Barcelona.

Ante éste panorama se abre una gran dicotomía para las y los votantes y militantes de izquierda. Optar por ir solos aprovechando el tirón mediático o seguir con los principios de unidad para así obtener más fuerza de las clases populares. Dejarse llevar por la ambición de llegar al mayor electorado posible, seducir al de la izquierda, al del centro y a los desencantados de la derecha como pretende PODEMOS, o estirar aún más la fórmula de Plataformas de Unidad Popular para presentarse a las clases populares como los verdaderos garantes de sus intereses.

¿Hacía donde elegirá la izquierda ir? Sólo después del 20D verdaderamente se sabrá.